Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

lunes, 29 de octubre de 2012

Nadie es imprescindible en el mundo para seguir.

Es como cuando crees hacer el ridículo en una clase o delante de cientos de personas y por el momento es eterno. De hecho, crees que será así. Que nadie olvidará lo que ha pasado y se reirán cada vez que hagas algo. Sin embargo, es justo lo contrario: eterno solo en ese momento.
Así es la muerte, parece que vamos a estar perpetuamente pero cuando te vas todo cambia. Al principio todo son lágrimas y alabanzas para el que se ha marchado pero con el tiempo todo sigue igual. La vida seguirá sin ti. Por todo eso... No dudes en vivir ahora, mañana quizá lloremos por ti.