Es como cuando crees hacer el ridículo en una clase o delante de cientos de personas y por el momento es eterno. De hecho, crees que será así. Que nadie olvidará lo que ha pasado y se reirán cada vez que hagas algo. Sin embargo, es justo lo contrario: eterno solo en ese momento.
Así es la muerte, parece que vamos a estar perpetuamente pero cuando te vas todo cambia. Al principio todo son lágrimas y alabanzas para el que se ha marchado pero con el tiempo todo sigue igual. La vida seguirá sin ti. Por todo eso... No dudes en vivir ahora, mañana quizá lloremos por ti.