Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

jueves, 30 de octubre de 2014

Vaso vacío.

Hoy escribo sobre aquello que siempre escondo: mi tristeza. Hay días malos, regulares y fatales y luego están los días buenos e inolvidables. Pero lo cierto es que este año cada 10 días malos consigo tener uno bueno. Es de las pocas veces en mi vida en las que no es que me sienta tocada, sino al borde del hundimiento. Y es que, no comprendo cómo todo puede ir tan mal de un año para otro y cómo yo puedo tener esta facilidad para hacer que las cosas puedan ir aún peor. Estoy cansada de fingir que estoy bien cuando en realidad, nada va bien a mi alrededor. Es cierto que siempre hay que mirar el lado bueno de las cosas pero en ocasiones creo que no existe. Mi esperanza se agota al ritmo que pasan los meses, por el simple hecho de que no advierto mejorías en ningún aspecto, sino todo lo contrario, cada vez peor. A veces pienso que quizá la razón de muchos motivos soy yo, mi forma de ser y mi tendencia a no saber hacer las cosas bien. Mi incapacidad para hacer que los demás se sientan dichosos. Y lo más triste de todo es que no creo que pueda cambiar esta forma de ser. Y, siendo sinceros, tampoco quiero. Y es que si voy a caer, que al menos caiga defendiendo lo que siempre he sido y seré. 

lunes, 14 de julio de 2014

Estaciones por las que hace tiempo dejaron de pasar trenes.

Te odio porque puedo quererte más que a las razones por las que olvidarte. Y eso, en parte, es lo más difícil a lo que me he enfrentado. Tú nunca fuiste sencillo y yo me descarriaba del mismo modo que lo hace un tren sin frenos. Cuesta arrinconar sentimientos que estoy segura que siguen aferrándose a la vida como el soldado que sabe que esta guerra está perdida. Pero aún lamento más que, al echar la vista atrás, sigas haciendo música con mi interior. Mi cuerpo, piano con el que tus manos componían las canciones más bonitas del mundo. Fuiste el Schumann de mi vida en un concierto que llegaba al final.

domingo, 6 de julio de 2014

“De aquí al cielo” y lo decías mientras yo ya me sentía en la luna.

En el fondo duele ¿sabes? Duele porque sabía que no era un solo “hola” sino tirar por tierra mis fundamentos, mi orgullo y mis promesas de los días de autodestrucción y resurgir entre los restos de lo que un día fui. En días como hoy no soy más que esa canción melancólica que te hace llorar esas veces en las que te encuentras tan perdida que ni siquiera sabes si realmente quieres encontrarte. Y tú, tú eres esa poesía que no consigo descifrar. Supe que iba a acabar rota el día en el que descubrí que podías hacerme daño solo con la forma en la que me mirabas. Yo, la misma que era sólida como el acero y gélida como el hielo, me sentía débil y pequeña. Ahí vi lo jodido que iba a ser todo. Creo que debí parar pero mi lado kamikaze no estaba de acuerdo y me arrojó a la piscina. De cabeza, sin salvavidas y sin saber nadar. Y dime, ¿cómo sobreviven los que solo saben hundirse?

jueves, 3 de julio de 2014

Hasta la próxima. Cuídate.

Cerraste la puerta y dejaste el silencio del que acaba de perder lo más valioso de su vida. EL vacío de aquel que creyó en el espejismo de tenerlo todo. Pero ninguna calma es eterna y venga, joder, vamos a rompernos un poquito más, como si mañana el maquillaje pudiese borrar hasta la cicatrices de dentro. Y por qué no. Nosotros somos la autodestrucción, el dolor, el puto iceberg del Titanic, la lágrima a punto de caer, el perro del hortelano, el árbol que no florece, el niño que llora y la historia de siempre. Por ser, hemos sido tantas cosas que hasta se nos olvidó guardar algunas, por si algún día queríamos intentar ser algo y no encontrábamos más que el tronco sin raíz a la que agarrarnos. Y no sé cómo pudimos pensar que esto saldría bien. Nosotros nunca supimos hacer las cosas como aquel que espera algo bonito de la vida. Tú eras el de las despedidas y yo, yo ni siquiera sabía empezar historias.

miércoles, 4 de junio de 2014

Vamos a perder desde el miedo hasta la cabeza.

Dicen que llega un momento en el que te apetece asentar la cabeza con alguien. Pero a mí, lo que realmente me apetece es que se nos vaya la cabeza juntos. Que te montes en el puto coche y al cerrar la puerta me digas que esta vez no quieres ir a cenar, que esta vez nos vamos al fin del mundo. Y que me mires y te rías mientras yo pierdo la cabeza contemplándote. Así,  como si esta noche la luna fuese llena del mismo modo que me llenas tú la vida.

miércoles, 28 de mayo de 2014

"Eres de ciencia ficción"

En esta historia estaban ya los papeles repartidos, la chica atractiva y el malo de la sonrisa encantadora. Sin embargo, a esta película le seguía faltando el superhéroe. Fue entonces cuando llegaste tú y me miraste con el descaro de quien no tiene nada que perder. Y me salvaste. Lo hiciste de tal modo que a día de hoy siguen bailando las cosquillas que me provocaste. Era sobrenatural la forma con la que me desnudabas el alma, destapabas mis sonrisas y me perforabas el orgullo. Tú, por el contrario, parecías tan invencible que hacías que me hiciese fuerte junto a ti. Sigo temblando al recordar que cuando tú abrías los brazos, a mí se me cerraban las dudas. 

jueves, 15 de mayo de 2014

8.

La primera flor puesta en el ramo. La alegría dueña de un cuerpo y la sonrisa de quien va a darlo todo por su familia. Así fuiste y así te recordamos en un día como este en el que, te hemos recordado más que nunca. Eres ese vacío que queda a una persona cuando siente tu ausencia. Eres el dolor de quienes hemos compartido la vida contigo. Eres la negación de lo incomprensible. Inadmisible para todos los corazones en los que has dejado una grieta con tu partida. Eres las palabras que se han quedado sin decir y la facilidad con la que se despliegan las lágrimas al citarte. ¿Cómo es posible estar presente y a la vez ser echada en falta de esta manera? Lo único que aplaca este daño es saber que estáis descansando juntos y que, seguramente, cuides de nosotros de la misma forma que lo has hecho en todos estos años. Y que, estoy segura, estás sonriéndonos desde allí. 

martes, 13 de mayo de 2014

Algunas historias deberían traer el paracaídas incluido.

Que no sé realmente si el universo es totalidad o nos limitamos a la marca que se te forma a ambos lados de la cadera. Señal de unos huesos dueños del camino de tu espalda que yo juraría que me decían “oye, bésame”. Y de buena gana lo hacía, créeme. Hablan de cuerpos celestes, de lo bonitas que son las estrellas y la luna y ni siquiera han sentido lo que es tocarte. ¿Cómo pueden hablar de lo bonita que es la vida sin haber sobrevivido a una caída a 200 metros? O 300, los que quieras. He resistido a tu forma de romperme y a hablar de la gloria en la que te has convertido. Y ahora, yo sí puedo hablar de lo bonito que es vivir, aunque no sea en tus piernas.

viernes, 9 de mayo de 2014

Vuelve antes de que mi vida empiece a anochecer.

Qué mal me sienta saber que no soy yo a la que le das las buenas noches. Qué poco duermo desde que tampoco soy a quien le das los buenos días. Qué triste es saber que un día inesperado decidiste llamar princesa a otra que seguramente te llame rey, pero no lo sienta. Y yo, mientras, me consumo esperando a que mañana, pasado, la semana que viene o dentro de dos meses vas a volver a caminar pegado a mi espalda mientras me dices que puede acabarse el mundo justo en ese instante porque estamos juntos. Me consuelo pensando que como tantas otras veces eso va a ser así, pero hace tiempo que sé que tu cama sigue deshecha por tantas a las que no has conseguido desnudar mientras las miras como me mirabas a mí. Y, joder, cómo duele pensar que tú, el mismo que llenó cada hueco de soledad que había en mí, que me hizo cosquillas en el corazón y me coordina la vida con esa forma de ser tan distinta a la mía que hace que nos compensemos y seamos uno, tú, hoy no estés arrancándome ni la ropa ni una triste sonrisa. Tú haces que lo nuestro sea una sincronía entre corazón y razón. Pero del mismo modo que entraste en mi vida, hoy, tratas de salir: precipitada y atropelladamente.

martes, 29 de abril de 2014

Primavera eres tú.

Esclava de tus besos,
verdugo de mi cuerpo,
sierva de tus caricias,
causante de mi condena,
me hiciste reina en tu castillo,
y ahora solo soy las ruinas de esa fortaleza.
Ven y cúrame este invierno,
que no hay más primavera que tú
ni nadie sabe florecer como nosotros.

martes, 22 de abril de 2014

De la guerra a la tregua pasando por tus caderas.

Y  mejor ni hablamos de la puta sonrisa tonta que se me marcaba al cruzar con mis dedos la curva de tu espalda. Magia era trepar por eso que algunos llaman columna, pero que yo designé “la escalera al cielo”. No exagero, parecía tan cercano que yo podría haber jurado tocar las estrellas. Subía y bajaba por ella tan decidida pero a la vez temerosa como aquel que se va a la guerra. Porque, ¿cómo podría llamar a la guerrilla que nos gustaba formar entre las sábanas justo antes de que llegasen tus prisas por vestirte? 

domingo, 20 de abril de 2014

Ojalá aprendiésemos a dar con la misma facilidad que aprendemos a recibir.

Era guapa como nadie. De esas guapas que con solo sentirlas hace que estés feliz. De nombre amistad. Era buena, y respetuosa. Querida por todos pero valorada por muy pocos. Aparecía en cualquier lugar y te llenaba de confianza, valor, secretos y coraje. Se negaba a aceptar la envidia o el engaño.
Y luego llegamos nosotros, el resto. Unos supimos valorar cada paso que daba y devolver con agradecimiento cada gesto. Defenderla como un tesoro y cultivarla día tras día. Otros, sin embargo, preferimos utilizarla. En ocasiones parecía que no sabíamos vivir sin ella, parecía que se nos iba la vida. Y entonces aparecía algo que hacía que olvidásemos a “Amistad” y la utilizásemos de pasatiempos. No supimos valorar sus esfuerzos ni la riqueza que nos proporcionaba. Y así fue como fuimos consumiéndola y acabando con ella. 

viernes, 18 de abril de 2014

Somos dos olas destinadas a romper.

Ha llegado un momento muy importante, el de hacer las maletas. No las mías, sino las tuyas para que salgas de mi vida. De una vez por todas. En este preciso instante cierro la puerta al dolor. Voy a desengancharme de esta droga en la que te has convertido, de ti y de los cambios que provocas en mí. Quizás duela, pero quién sabe si mañana la vida me va a tener preparado algo mejor. Al menos, algo que no me vaya rompiendo día a día. 

lunes, 14 de abril de 2014

Preferiría que me descolocases otras cosas antes que mi vida.

Eres como la fotografía que, te mire por donde te mire, siempre te veo guapo.
Que si te alejo me intrigas y si te acercas me estremezco.
Que si te sumo la música puedes ser el paraíso.
Que te pongo en blanco y negro y vienes tú y me pones la vida a color.
Que te giro 90º y tú me giras 360º.

Y me descolocas. Y me ordenas a la vez. Pero siempre me das paz y también guerra.

viernes, 11 de abril de 2014

Las personas mueren cuando se les deja de recordar. Y tú vas a ser recordada siempre.

Como una pesadilla de esas en las que te despiertas desconcertada y aterrada. Así han sido los últimos días.Y hoy noto que no me salen las palabras adecuadas. Y que, seguramente, no me salgan jamás para hablar sobre ella.
Nos ha dejado una de las personas que más ha significado para mí en todos estos años. Ha sido como una abuela, nos ha querido como la que más y nos ha ayudado siempre que lo hemos necesitado. 
A veces la vida te plantea situaciones en las que lo único que lo único que te planteas es: "¿por qué?". Pero por más que tratas de buscar respuestas no las encuentras. 
No me hago a la idea de que no podamos disfrutar más de tu compañía, de tus pequeñas cosas, de tu risa, de tus ocurrencias y de toda tú. Así que, solo espero haberte hecho feliz mientras estaba a tu lado y que, sin duda, tu recuerdo nos va a acompañar siempre. Y sé que desde allí nos estarás cuidando. Gracias. 

miércoles, 2 de abril de 2014

El miedo hace al lobo más grande de lo que es.

"Hay que ser fuerte" me dijo. Y yo, entendí que íbamos a echar un pulso, a ver quién ganaba esta vez. Y bueno, algo así fue lo que sucedió. Nos encontramos luchando contra el enemigo, pero en este caso estamos unidos

sábado, 22 de marzo de 2014

"Los valientes son los que son de verdad"

Ni rosas ni rojas. No quiero flores ni chocolates. Tampoco quiero cenas pagadas ni regalos que me compren. Lo único que yo quiero es que sea de verdad, de los que merecen la pena y, sobre todo, la alegría. De los que besan en la frente más que en la mejilla. De los que sin decir nada lo dicen todo y, sin embargo, siempre tienen algo para decir. De los que te miran y hacen que tiembles, aunque no haga frío.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Ojalá fuese igual de fácil sacarte de mi mente como tú me has sacado de tu lado. Ojalá pueda abrir la puerta que hay cerrada entre nosotros porque, simplemente, haya un muro que no deje pasar los sentimientos. Esos sentimientos. Porque, joder, se me sigue erizando la piel cuando veo que París sigue teniendo su torre Eiffel y a mí me falta la mía.

martes, 18 de marzo de 2014

Te juro que tú, papá, eres el 19 de marzo más bonito que me ha dado la vida.

Hoy, debido al día que es, quiero escribir sobre una persona a la que admiro. Hablo de mi padre.

No sé cuáles son realmente las palabras adecuadas para mencionarlo porque, sinceramente, hace tiempo que se me quedaron cortas las formas de agradecerle todo lo que me ha dado a lo largo de mis 18 años. Le debo no solo la vida, sino la educación respetable que junto a mi madre ha sabido darme. Además, me ha enseñado a valorar tanto las cosas como a las personas. Me ha preparado para lo que supone salir fuera sin que el mundo te atropelle. No quiero decir con esto que no haya pasado por malos momentos y no me hayan jugado malas pasadas, no. Pero sí quiero decir que gracias a él he aprendido a levantar la cabeza y volver a empezar de nuevo. De igual modo, me ha alentado cuando mi fuerza empezaba a flaquear y me ha corregido en mis errores. En conclusión, me ha obsequiado con su mejor patrimonio, ese que ni se compra ni se vende por todo el oro del mundo. Por todo esto hoy soy quién soy y él ha sido, es y será uno de los pilares fundamentales de mi vida. Gracias papá por hacer que me sienta orgullosa de mí misma y sobre todo de vosotros. Feliz día, te quiero.

martes, 18 de febrero de 2014

Y después de todo, no ha sido tan intenso. Como una montaña rusa más bien. Unas veces cerrando los ojos para no ver algunas cosas y muchas otras abriéndolos al máximo para no perder detalle. Unos días abajo y otros arriba, pero siempre en funcionamiento. Y un poco así es la vida. Subir y bajar.

jueves, 30 de enero de 2014

"Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros"

Qué bonito mirar y ver justo a la persona que quieres que te acompañe. Y compartirlo todo. Gustos musicales, tazas de café, escritores, libros, versos o besos qué más da. Pero sobre todo, compartir el sueño. Sobre la misma almohada, claro. 

martes, 28 de enero de 2014

Eres puro arte.

Bastó un simple gesto para que comprendiese todo. No sabía lo que era el arte, pero entonces me miraste. Y para colmo sonreíste. Y joder, que yo qué sé pero que era la sonrisa más bonita que había visto en mi vida. Una de esas sonrisas con las que sueñas que sonríen para ti. Y qué os voy a contar de los ojos si eran como esas dos putas estrellas que más brillan en el firmamento. Ya lo creo que era así, hacer esa mirada tuya debía ser como tocar el cielo.