Hoy escribo sobre aquello que siempre escondo: mi tristeza. Hay
días malos, regulares y fatales y luego están los días buenos e inolvidables.
Pero lo cierto es que este año cada 10 días malos consigo tener uno bueno. Es
de las pocas veces en mi vida en las que no es que me sienta tocada, sino al
borde del hundimiento. Y es que, no comprendo cómo todo puede ir tan mal de un
año para otro y cómo yo puedo tener esta facilidad para hacer que las cosas
puedan ir aún peor. Estoy cansada de fingir que estoy bien cuando en realidad,
nada va bien a mi alrededor. Es cierto que siempre hay que mirar el lado bueno
de las cosas pero en ocasiones creo que no existe. Mi esperanza se agota al
ritmo que pasan los meses, por el simple hecho de que no advierto mejorías en
ningún aspecto, sino todo lo contrario, cada vez peor. A veces pienso que quizá
la razón de muchos motivos soy yo, mi forma de ser y mi tendencia a no saber hacer
las cosas bien. Mi incapacidad para hacer que los demás se sientan dichosos. Y
lo más triste de todo es que no creo que pueda cambiar esta forma de ser. Y,
siendo sinceros, tampoco quiero. Y es que si voy a caer, que al menos caiga
defendiendo lo que siempre he sido y seré.
Páginas
Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)
jueves, 30 de octubre de 2014
lunes, 14 de julio de 2014
Estaciones por las que hace tiempo dejaron de pasar trenes.
Te odio porque puedo quererte más
que a las razones por las que olvidarte. Y eso, en parte, es lo más difícil a
lo que me he enfrentado. Tú nunca fuiste sencillo y yo me descarriaba del mismo
modo que lo hace un tren sin frenos. Cuesta arrinconar sentimientos que estoy
segura que siguen aferrándose a la vida como el soldado que sabe que esta
guerra está perdida. Pero aún lamento más que, al echar la vista atrás, sigas
haciendo música con mi interior. Mi cuerpo, piano con el que tus manos
componían las canciones más bonitas del mundo. Fuiste el Schumann de mi vida en
un concierto que llegaba al final.
domingo, 6 de julio de 2014
“De aquí al cielo” y lo decías mientras yo ya me sentía en la luna.
En el fondo duele ¿sabes? Duele
porque sabía que no era un solo “hola” sino tirar por tierra mis fundamentos,
mi orgullo y mis promesas de los días de autodestrucción y resurgir entre los
restos de lo que un día fui. En días como hoy no soy más que esa canción
melancólica que te hace llorar esas veces en las que te encuentras tan perdida
que ni siquiera sabes si realmente quieres encontrarte. Y tú, tú eres esa poesía
que no consigo descifrar. Supe que iba a acabar rota el día en el que descubrí
que podías hacerme daño solo con la forma en la que me mirabas. Yo, la misma
que era sólida como el acero y gélida como el hielo, me sentía débil y pequeña.
Ahí vi lo jodido que iba a ser todo. Creo que debí parar pero mi lado kamikaze
no estaba de acuerdo y me arrojó a la piscina. De cabeza, sin salvavidas y sin
saber nadar. Y dime, ¿cómo sobreviven los que solo saben hundirse?
jueves, 3 de julio de 2014
Hasta la próxima. Cuídate.
Cerraste la puerta y dejaste el silencio del que acaba de
perder lo más valioso de su vida. EL vacío de aquel que creyó en el espejismo
de tenerlo todo. Pero ninguna calma es eterna y venga, joder, vamos a rompernos
un poquito más, como si mañana el maquillaje pudiese borrar hasta la cicatrices
de dentro. Y por qué no. Nosotros somos la autodestrucción, el dolor, el puto
iceberg del Titanic, la lágrima a punto de caer, el perro del hortelano, el
árbol que no florece, el niño que llora y la historia de siempre. Por ser,
hemos sido tantas cosas que hasta se nos olvidó guardar algunas, por si algún
día queríamos intentar ser algo y no encontrábamos más que el tronco sin raíz a
la que agarrarnos. Y no sé cómo pudimos pensar que esto saldría bien. Nosotros
nunca supimos hacer las cosas como aquel que espera algo bonito de la vida. Tú
eras el de las despedidas y yo, yo ni siquiera sabía empezar historias.
miércoles, 4 de junio de 2014
Vamos a perder desde el miedo hasta la cabeza.
Dicen que llega un momento en el
que te apetece asentar la cabeza con alguien. Pero a mí, lo que realmente me
apetece es que se nos vaya la cabeza juntos. Que te montes en el puto coche y
al cerrar la puerta me digas que esta vez no quieres ir a cenar, que esta vez
nos vamos al fin del mundo. Y que me mires y te rías mientras yo pierdo la
cabeza contemplándote. Así, como si esta
noche la luna fuese llena del mismo modo que me llenas tú la vida.
miércoles, 28 de mayo de 2014
"Eres de ciencia ficción"
En esta historia estaban ya los
papeles repartidos, la chica atractiva y el malo de la sonrisa encantadora. Sin
embargo, a esta película le seguía faltando el superhéroe. Fue entonces cuando
llegaste tú y me miraste con el descaro de quien no tiene nada que perder. Y me
salvaste. Lo hiciste de tal modo que a día de hoy siguen bailando las
cosquillas que me provocaste. Era sobrenatural la forma con la que me
desnudabas el alma, destapabas mis sonrisas y me perforabas el orgullo. Tú, por
el contrario, parecías tan invencible que hacías que me hiciese fuerte junto a
ti. Sigo temblando al recordar que cuando tú abrías los brazos, a mí se me
cerraban las dudas.
jueves, 15 de mayo de 2014
8.
La primera flor puesta en el ramo.
La alegría dueña de un cuerpo y la sonrisa de quien va a darlo todo por su
familia. Así fuiste y así te recordamos en un día como este en el que, te hemos
recordado más que nunca. Eres ese vacío que queda a una persona cuando siente
tu ausencia. Eres el dolor de quienes hemos compartido la vida contigo. Eres la
negación de lo incomprensible. Inadmisible para todos los corazones en los que
has dejado una grieta con tu partida. Eres las palabras que se han quedado sin
decir y la facilidad con la que se despliegan las lágrimas al citarte. ¿Cómo es
posible estar presente y a la vez ser echada en falta de esta manera? Lo único
que aplaca este daño es saber que estáis descansando juntos y que, seguramente,
cuides de nosotros de la misma forma que lo has hecho en todos estos años. Y
que, estoy segura, estás sonriéndonos desde allí.
martes, 13 de mayo de 2014
Algunas historias deberían traer el paracaídas incluido.
Que no sé realmente si el
universo es totalidad o nos limitamos a la marca que se te forma a ambos lados
de la cadera. Señal de unos huesos dueños del camino de tu espalda que yo
juraría que me decían “oye, bésame”. Y de buena gana lo hacía, créeme. Hablan
de cuerpos celestes, de lo bonitas que son las estrellas y la luna y ni
siquiera han sentido lo que es tocarte. ¿Cómo pueden hablar de lo bonita que es
la vida sin haber sobrevivido a una caída a 200 metros? O 300, los que quieras.
He resistido a tu forma de romperme y a hablar de la gloria en la que te has
convertido. Y ahora, yo sí puedo hablar de lo bonito que es vivir, aunque no
sea en tus piernas.
viernes, 9 de mayo de 2014
Vuelve antes de que mi vida empiece a anochecer.
Qué mal me sienta saber que no
soy yo a la que le das las buenas noches. Qué poco duermo desde que tampoco soy
a quien le das los buenos días. Qué triste es saber que un día inesperado
decidiste llamar princesa a otra que seguramente te llame rey, pero no lo
sienta. Y yo, mientras, me consumo esperando a que mañana, pasado, la semana
que viene o dentro de dos meses vas a volver a caminar pegado a mi espalda
mientras me dices que puede acabarse el mundo justo en ese instante porque
estamos juntos. Me consuelo pensando que como tantas otras veces eso va a ser
así, pero hace tiempo que sé que tu cama sigue deshecha por tantas a las que no
has conseguido desnudar mientras las miras como me mirabas a mí. Y, joder, cómo
duele pensar que tú, el mismo que llenó cada hueco de soledad que había en mí,
que me hizo cosquillas en el corazón y me coordina la vida con esa forma de ser
tan distinta a la mía que hace que nos compensemos y seamos uno, tú, hoy no estés
arrancándome ni la ropa ni una triste sonrisa. Tú haces que lo nuestro sea una
sincronía entre corazón y razón. Pero del mismo modo que entraste en mi vida,
hoy, tratas de salir: precipitada y atropelladamente.
martes, 29 de abril de 2014
Primavera eres tú.
Esclava de tus besos,
verdugo de mi cuerpo,
sierva de tus
caricias,
causante de mi condena,
me hiciste reina en
tu castillo,
y ahora solo soy las
ruinas de esa fortaleza.
Ven y cúrame este
invierno,
que no hay más primavera
que tú
ni nadie sabe
florecer como nosotros.
martes, 22 de abril de 2014
De la guerra a la tregua pasando por tus caderas.
Y
mejor ni hablamos de la puta sonrisa tonta que se me marcaba al cruzar
con mis dedos la curva de tu espalda. Magia era trepar por eso que algunos
llaman columna, pero que yo designé “la escalera al cielo”. No exagero, parecía
tan cercano que yo podría haber jurado tocar las estrellas. Subía y bajaba por
ella tan decidida pero a la vez temerosa como aquel que se va a la guerra.
Porque, ¿cómo podría llamar a la guerrilla que nos gustaba formar entre las
sábanas justo antes de que llegasen tus prisas por vestirte?
domingo, 20 de abril de 2014
Ojalá aprendiésemos a dar con la misma facilidad que aprendemos a recibir.
Era guapa como nadie. De esas guapas que con solo sentirlas
hace que estés feliz. De nombre amistad. Era buena, y respetuosa. Querida por
todos pero valorada por muy pocos. Aparecía en cualquier lugar y te llenaba de
confianza, valor, secretos y coraje. Se negaba a aceptar la envidia o el
engaño.
Y luego llegamos nosotros, el resto. Unos supimos valorar
cada paso que daba y devolver con agradecimiento cada gesto. Defenderla como un
tesoro y cultivarla día tras día. Otros, sin embargo, preferimos utilizarla. En
ocasiones parecía que no sabíamos vivir sin ella, parecía que se nos iba la
vida. Y entonces aparecía algo que hacía que olvidásemos a “Amistad” y la
utilizásemos de pasatiempos. No supimos valorar sus esfuerzos ni la riqueza que
nos proporcionaba. Y así fue como fuimos consumiéndola y acabando con ella.
viernes, 18 de abril de 2014
Somos dos olas destinadas a romper.
Ha llegado un momento muy importante, el de hacer las
maletas. No las mías, sino las tuyas para que salgas de mi vida. De una vez por
todas. En este preciso instante cierro la puerta al dolor. Voy a desengancharme
de esta droga en la que te has convertido, de ti y de los cambios que provocas
en mí. Quizás duela, pero quién sabe si mañana la vida me va a tener preparado
algo mejor. Al menos, algo que no me vaya rompiendo día a día.
lunes, 14 de abril de 2014
Preferiría que me descolocases otras cosas antes que mi vida.
Eres como la fotografía que, te mire por donde te mire,
siempre te veo guapo.
Que si te alejo me intrigas y si te acercas me estremezco.
Que si te sumo la música puedes ser el paraíso.
Que te pongo en blanco y negro y vienes tú y me pones la
vida a color.
Que te giro 90º y tú me giras 360º.
Y me descolocas. Y me ordenas a la vez. Pero siempre me das
paz y también guerra.
viernes, 11 de abril de 2014
Las personas mueren cuando se les deja de recordar. Y tú vas a ser recordada siempre.
Nos ha dejado una de las personas que más ha significado para mí en todos estos años. Ha sido como una abuela, nos ha querido como la que más y nos ha ayudado siempre que lo hemos necesitado.
A veces la vida te plantea situaciones en las que lo único que lo único que te planteas es: "¿por qué?". Pero por más que tratas de buscar respuestas no las encuentras.
No me hago a la idea de que no podamos disfrutar más de tu compañía, de tus pequeñas cosas, de tu risa, de tus ocurrencias y de toda tú. Así que, solo espero haberte hecho feliz mientras estaba a tu lado y que, sin duda, tu recuerdo nos va a acompañar siempre. Y sé que desde allí nos estarás cuidando. Gracias.
miércoles, 2 de abril de 2014
El miedo hace al lobo más grande de lo que es.
"Hay que ser fuerte" me dijo. Y yo, entendí que íbamos a echar un pulso, a ver quién ganaba esta vez. Y bueno, algo así fue lo que sucedió. Nos encontramos luchando contra el enemigo, pero en este caso estamos unidos.
sábado, 22 de marzo de 2014
"Los valientes son los que son de verdad"
Ni rosas ni rojas. No quiero flores ni chocolates. Tampoco
quiero cenas pagadas ni regalos que me compren. Lo único que yo quiero es que
sea de verdad, de los que merecen la pena y, sobre todo, la alegría. De los que
besan en la frente más que en la mejilla. De los que sin decir nada lo dicen
todo y, sin embargo, siempre tienen algo para decir. De los que te miran y
hacen que tiembles, aunque no haga frío.
miércoles, 19 de marzo de 2014
Ojalá fuese igual de fácil sacarte de mi mente como tú me has
sacado de tu lado. Ojalá pueda abrir la puerta que hay cerrada entre nosotros
porque, simplemente, haya un muro que no deje pasar los sentimientos. Esos
sentimientos. Porque, joder, se me sigue erizando la piel cuando veo que París
sigue teniendo su torre Eiffel y a mí me falta la mía.
martes, 18 de marzo de 2014
Te juro que tú, papá, eres el 19 de marzo más bonito que me ha dado la vida.
Hoy, debido al día que es, quiero escribir sobre una persona
a la que admiro. Hablo de mi padre.
No sé cuáles son realmente las palabras adecuadas para
mencionarlo porque, sinceramente, hace tiempo que se me quedaron cortas las
formas de agradecerle todo lo que me ha dado a lo largo de mis 18 años. Le debo
no solo la vida, sino la educación respetable que junto a mi madre ha sabido
darme. Además, me ha enseñado a valorar tanto las cosas como a las personas. Me
ha preparado para lo que supone salir fuera sin que el mundo te atropelle. No
quiero decir con esto que no haya pasado por malos momentos y no me hayan
jugado malas pasadas, no. Pero sí quiero decir que gracias a él he aprendido a
levantar la cabeza y volver a empezar de nuevo. De igual modo, me ha alentado
cuando mi fuerza empezaba a flaquear y me ha corregido en mis errores. En
conclusión, me ha obsequiado con su mejor patrimonio, ese que ni se compra ni
se vende por todo el oro del mundo. Por todo esto hoy soy quién soy y él ha
sido, es y será uno de los pilares fundamentales de mi vida. Gracias papá por
hacer que me sienta orgullosa de mí misma y sobre todo de vosotros. Feliz día,
te quiero.
martes, 18 de febrero de 2014
jueves, 30 de enero de 2014
"Creo que parte de mi amor a la vida se lo debo a mi amor a los libros"
Qué bonito mirar y ver justo a la persona que quieres que te
acompañe. Y compartirlo todo. Gustos musicales, tazas de café, escritores, libros,
versos o besos qué más da. Pero sobre todo, compartir el sueño. Sobre la misma
almohada, claro.
martes, 28 de enero de 2014
Eres puro arte.
Bastó un simple gesto para que comprendiese todo. No sabía
lo que era el arte, pero entonces me miraste. Y para colmo sonreíste. Y joder,
que yo qué sé pero que era la sonrisa más bonita que había visto en mi vida.
Una de esas sonrisas con las que sueñas que sonríen para ti. Y qué os voy a
contar de los ojos si eran como esas dos putas estrellas que más brillan en el
firmamento. Ya lo creo que era así, hacer esa mirada tuya debía ser como tocar
el cielo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)