Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

domingo, 9 de diciembre de 2012

Y si el mundo no se acaba el 21...

Querido 2012, y digo querido por decir algo, qué alegría que ya te vayas.
Te presentaste con buenas formas, en principio pensaba que me gustarías. Sin embargo, a  medida que fueron pasando las semanas y los meses me di cuenta de que no era así. Me demostraste que podías hacer cosas muy desagradables, fatalidades que nos afectarían. Ha sido un año duro, por desgracia en muchos sentidos. Te has llevado a personas muy importantes. Personas a las que les faltaba mucho por vivir, personas que disfrutaban viviendo y que no llegaré a entender nunca por qué ya no están. Y la respuesta no siempre es la jodida ley de vida. Has creado hogares en los que la miseria abundaba y padres que no tenían trabajo para sustentar a sus familias. La indigencia ha crecido, al igual que ha aumentado el número de madres abatidas por no poder alimentar a sus hijos. Y lo peor de todo, es que esto no acaba aquí. En lo que a mí me respecta, has conseguido que en numerosas ocasiones me encontrase tocada e incluso hundida por momentos. Pero por suerte, he salido a flote. Es por esto que pido que te marches ya, que no pierdas el tiempo y que venga un 2013 en el que no  haya que arrebatar sonrisas, sino que broten en nuestras caras sin motivo aparente. Además, supondría una gran satisfacción que se cumplieran nuestros proyectos y que esta desdichada época desapareciese dejando solo su recuerdo. Un recuerdo que quizá nos ayude a valorar más las cosas, eso sí. Pero sin más, un recuerdo para no volver a repetir.
Ya solo me queda añadir que tras esta nefasta perspectiva se deja entrever un lado bueno que ha sido por un lado esa gente que me ha demostrado que no merece estar a mi lado y que por tanto, ya no merecían más de mí y por otro, esos que han acompañado durante estos meses y me han demostrado que entre lo malo también se esconde algo bueno y que es posible sonreír a las adversidades. Entre todos, me habéis hecho crecer como persona, para bien o para mal pero viendo las cosas como son y no como solía pensar que eran.
Os deseo que con salud, amor, dinero y buenos botellones disfrutéis de una  muy FELIZ NAVIDAD y un PRÓSPERO AÑO NUEVO.