Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Carta a la amistad.

Hubo una época en la que me planteé seriamente cómo podía estar pasando aquello. Fue ese tiempo en el que contaba con su presencia. Fueron años felices, meses esperando su llegada y semanas temiendo su marcha. A veces, no hace falta estar toda la vida al lado de alguien sino que hay personas que en pocos meses son capaces de hacer que tu corazón se sobresalte cada vez que están contigo, cada vez que te dan una buena o mala noticia. No hablo de ningún amor señores, hablo de amistad. Una amistad separada por quién sabe cuántos km. Una amistad verdadera. Contigo lo tenía todo, no nos hacía falta nadie más. Te antepuse ante cualquiera y te apoyé en todo y contra todo. Siempre con mucha dignidad, sabía que hacía lo correcto. Es por eso que hoy, también me enorgullezco.
A veces, me evado hacia el pasado y recuerdo aquel tiempo. Me gusta recordar muchos de nuestros momentos, aunque me entristezcan. He de decir que no, no eras perfecta ni pretendías serlo, pero sí increíble. Supiste hacer que viese cómo era la realidad ahí fuera y cómo era tu vida, que por desgracia no era todo lo buena que merecías. Sin embargo a día de hoy, ha mejorado y creo que eres feliz, al menos lo espero.
Fuiste alguien muy importante que marcó mi camino. Y aún lo eres. Me acuerdo de ti cada año y al llegar estas fechas mucho más. De hecho, no pude evitar emocionarme cuando me dieron la última noticia tuya. Es maravilloso saber que separadas por esta inmensa distancia seguimos juntas. Y por muchos años que pasen, eso no cambiará. 

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Ya lo dijo el famoso Groucho Marx.

Es difícil saber sobre lo que hay que hablar. Detesto a esas personas que hablan sobre los famosos principios. Esos mismos principios que todos nos pasaríamos por el forro si la situación lo requiere.
Hablamos de esto como si se nos fuese la vida con ello. Nosotros, que nos consideramos todos tan honrados llegamos a pensar que los principios son de las cosas más importantes, que no nos los saltaríamos por nada del mundo. Ajá, ahora viene lo bueno. Yo no pienso así, ¿cómo sabéis vosotros que no os los saltaríais en dicho momento por obtener una vida mejor, conseguir lo que queréis o simplemente, por vuestro propio beneficio? No podréis saberlo hasta que no estéis en situación. 

viernes, 2 de noviembre de 2012

Gracias por hacer que os eche tanto en falta.

Hoy quiero escribir algo un tanto especial. Se trata de un pequeño homenaje a los que por alguna razón ya no siguen en nuestro camino. Es difícil escribir sobre ellos. Se marcharon dejando un gran vacío en nuestras vidas y lo más importante, nuestros corazones. Se marcharon y nos dejaron con un nudo en la garganta y los ojos hinchados. Se marcharon.
A medida que pasan los años, a tu alrededor falta cada vez más gente. Gente que quizá haya sido tan importante en tu vida como para emocionarte con frecuencia. Gente con la que tal vez tengas los mejores recuerdos de tu infancia. Gente que te hacía feliz. Gente que hoy, día 2 de noviembre echas de menos no por ser este día, sino porque todos los días es así.
¿Por qué? Me lo he preguntado tantas veces. ¿Por qué ellos? ¿Por qué a nosotros?  ¿Por qué? No hay vida sin muerte parece. Sin embargo, eso no responde a mis preguntas ni calma el dolor.
Quizá parezca una tontería que escriba todo esto pero de alguna forma siento que desde donde están  pueden verme, entenderme y protegerme. ¿Qué tontería verdad? Pues a mí, sinceramente, me ayuda a seguir. Al menos, es un motivo por el que sacar fuerzas cuando lo necesito.
Por ellos, por los que un día reían con nosotros y seguro que desde su nuevo lugar también nos sonríen. Por los que cada noche a través de una estrella nos recuerdan que en nuestras vidas sigue brillando su presencia. Por ellos, que son lo más grande.  

jueves, 1 de noviembre de 2012

Tú eliges entre vencer o ser vencido.

Mientras se dirige a su destino, observa el paisaje y de repente frena en seco y se pone a pensar…
Haz tú lo mismo.
Cierra los ojos durante unos minutos. Imagina como sería tu día ideal;  quienes te gustaría que estuviesen contigo, el lugar, qué te gustaría estar haciendo y todo lo que quieras que suceda. ¿Lo tienes ya?
Abre los ojos. Cambia el rumbo de tu día, cambia esa rutina que te atrapa y haz de tu día corriente uno ideal. ¿Te atreves?
Así funciona todo. La vida es un continuo reto en el que tú eliges si seguir el camino o hacer que el camino te siga a ti ;)