Ojalá fuese tan fácil hablar de vacío como lo es sentirme así con tu
ausencia. Y es que, no imaginas lo cuesta arriba que es todo desde entonces. Ya
no existe el color, ni siquiera las medias tintas. Hemos pasado al negro. Quizá
no la ropa, pero sí en los sentimientos, esperanzas y proyectos. Todo está
oscuro, como un túnel de kilómetros y kilómetros con un único carril de ida sin
retroceso. En este espacio, los muros que nos rodean nos recuerdan que la única
salida es mirar hacia adelante, hasta ver la luz. Pero lo cierto es que hay
demasiadas sombras y el camino cada vez está más deteriorado. Las risas
escasean en este circo, los acróbatas comienzan a perder el equilibrio y el
jefe de pista ha dado por finalizada la función. Pero espero que desde donde
estés sigas siendo el sastre de sonrisas que has sido todos estos años para que
puedas confeccionar la carpa que levante el circo de nuestras vidas, un lugar
maravilloso que desbordaba ilusión. Porque solo tú puedes ser funambulista en
nuestras vidas.
Páginas
Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es triste pero lindo a la vez por la forma en la que está escrito.
ResponderEliminarQue estés bien, saludos.
Muchísimas gracias!! me alegro de que te guste, besos
Eliminar