Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

miércoles, 20 de junio de 2012

Todo en esta vida se acaba.

Dos amigos. Dos amigos inseparables. Dos amigos de verdad.
Siempre estaban juntos. Desde que se conocieron no se separaban porque si algo va bien, ¿para qué cambiarlo? Buena pregunta. Toda una vida juntos pese a su corta edad, toda una infancia compartida entre secretos, lágrimas y risas además de un gran sentimiento compartido. Nada que ver con roces ni con distancia. El famoso “amigos para siempre” se les quedaba corto y sin embargo… Sin embargo nada. ¿Qué amistad? Los humanos tenemos una gran facilidad para romper las cosas. No nos importa si podemos hacer daño a alguien o si esa persona era nuestro amigo de verdad. Uno de ellos se dejó llevar por la curiosidad de lo incorrecto y cayó, cayó en las garras de la más pura maldad. ¿Y ahora? Ahora nada, o tal vez todo. Todo lo que perdió mientras el otro ganaba. Mientras el que hizo el daño era feliz, el dañado sufría como nadie, pero como siempre se ha dicho: “la  vida da muchas vueltas”. Y al final, se tornaron las cosas. La vida recompensa a quien lucha por sonreír.

3 comentarios:

  1. ''La vida recompensa a quien lucha por sonreír'' Que gran razón tiene esa frase. Buen texto. Aquí tienes una nueva seguidora, un beso desde http://escribelasestrellas.blogspot.com

    ResponderEliminar
  2. Gran texto...tienes toda la razón..la amistad, que gran suplicio..pero cuando llegan las personas adecuadas, las que nunca te dejaran de lado y te apoyaran en todo es cuando vale la pena luchar por sonreír y decirle a la vida que ella esta echa para ilusionarse y ganar las batallas que se cruzan por el camino:)
    Gracias por pasarte por el mío, te sigo!

    ResponderEliminar
  3. Muchísimas gracias por pasaros :)
    Y sí, hay que luchar y saber reconocer a los amigos de verdad porque no es nada fácil jeje un besazo!

    ResponderEliminar