
Siempre estaban juntos. Desde que se conocieron no se
separaban porque si algo va bien, ¿para qué cambiarlo? Buena pregunta. Toda una
vida juntos pese a su corta edad, toda una infancia compartida entre secretos,
lágrimas y risas además de un gran sentimiento compartido. Nada que ver con
roces ni con distancia. El famoso “amigos para siempre” se les quedaba corto y
sin embargo… Sin embargo nada. ¿Qué amistad? Los humanos tenemos una gran
facilidad para romper las cosas. No nos importa si podemos hacer daño a alguien
o si esa persona era nuestro amigo de verdad. Uno de ellos se dejó llevar por
la curiosidad de lo incorrecto y cayó, cayó en las garras de la más pura
maldad. ¿Y ahora? Ahora nada, o tal vez todo. Todo lo que perdió mientras el
otro ganaba. Mientras el que hizo el daño era feliz, el dañado sufría como
nadie, pero como siempre se ha dicho: “la
vida da muchas vueltas”. Y al final, se tornaron las cosas. La vida
recompensa a quien lucha por sonreír.
''La vida recompensa a quien lucha por sonreír'' Que gran razón tiene esa frase. Buen texto. Aquí tienes una nueva seguidora, un beso desde http://escribelasestrellas.blogspot.com
ResponderEliminarGran texto...tienes toda la razón..la amistad, que gran suplicio..pero cuando llegan las personas adecuadas, las que nunca te dejaran de lado y te apoyaran en todo es cuando vale la pena luchar por sonreír y decirle a la vida que ella esta echa para ilusionarse y ganar las batallas que se cruzan por el camino:)
ResponderEliminarGracias por pasarte por el mío, te sigo!
Muchísimas gracias por pasaros :)
ResponderEliminarY sí, hay que luchar y saber reconocer a los amigos de verdad porque no es nada fácil jeje un besazo!