Mi nombre es Ruth, soy una adolescente con demasiado tiempo libre. Me encanta reír, dibujar, escribir, leer... y sobre todo vivir. Dicen que soy de pocas palabras, aunque yo diría que más bien será el corte que me da. O quizá sea que me abstraigo con facilidad en mis pensamientos. Puedo decir mucho con solo una mirada, un gesto o simplemente permaneciendo en silencio. De hecho, podría pasar horas y horas conmigo misma, dándole vueltas a la cabeza y conociéndome cada vez mejor. Considero que sé escuchar a los demás y espero que los demás vean lo mismo en mí, una persona atenta dispuesta a escucharte, a estar allí cuando más lo necesites. Como cualquier otro individuo comento errores, río cuando puedo, lloro cuando lo necesito y chillo cuando me cabrean. Intento hacer vibrar a los demás pero siempre a mi manera. No a todos les gusta que sea así pero qué le vamos a hacer si a mi me encanta. No me considero creída, pienso que en este mundo hay de todo y yo soy una más, pero para quererte a ti misma tienes que empezar por aceptar tus defectos. Yo, por ejemplo, admito que soy bastante cabezota y también algo egocéntrica pero sé detenerme, a la hora de la verdad siempre están los demás por delante. Vamos, que como habréis imaginado tan solo soy otra rareza más de este mundo ;)

jueves, 19 de julio de 2012

In general.

Después de varios días dándole vueltas a la cabeza, la única conclusión que he conseguido sacar es que los seres humanos somos realmente estúpidos.
Desde el momento en que nacemos queda claro que no sabemos valorar lo que tenemos. Nacemos llorando cuando nos regalan una vida. Según van pasando los años queremos crecer, ser mayores y demás. Sin embargo, cuando llegamos a la adolescencia, nos preocupamos por el amor, que en la mayoría de los casos ni siquiera toma su significado la palabra. Nos preocupamos por la amistad, sin darnos cuenta de que amigos  de verdad hay muy pocos. Nos juntamos con gente que no nos conviene y acabamos mal y pensando en que lo mejor sería volver a ser niños otra vez.
En vez de eso deberíamos preocuparnos por vivir, por intentar hacer felices a aquellos que nos hacen felices a nosotros cada día. Limitarnos a disfrutar de quienes nos quieren porque algún día no van a estar. Y entonces querrás volver a la infancia, porque eres otro estúpido más.

Hola bloguer@s! Sé que últimamente no he publicado mucho pero ya sabéis como es esto del verano, no tienes tiempo para nada. Y para colmo he estado bastante bloqueada, sin venirme a la cabeza nada de qué escribir. Y lo que escribía no me gustaba. Al fin ha salido esto, espero que sigamos leyéndonos! Saluuudos ;)

2 comentarios: