Tantas personas en el camino. Tantos compañeros de aventuras y momentos. Tantos "siempre" guardados en el olvido. Tantas cosas que hacen ver la vida de otra forma y advertirte que nada es para siempre. Esas pequeñas señales que te avisan continuamente y que sin embargo ignoramos y decidimos confiar. Y claro, después vienen las decepciones. Ilusiones rotas con personas que en un determinado momento de tu vida pensaste que iban a quedarse. Y ahora no están.
He leído conversaciones y he recordado momentos mientras me decía a mí misma que se ha acabado. El pasado es historia. Es el momento de desempolvar la sonrisa y sacarla a pasear, a empezar de cero.
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